sábado, 30 de junio de 2012

Ciudades de la memoria

Para cualquier persona que se precie caminante de calles urbanas puede saborear el corazón de la ciudad de una manera totalmente distinta. El haber viajado un poco y haber vivido en diferentes ciudades desde hace 15 años, me ha hecho valorar las rutinas de cada una de ellas. Si cierro mis ojos, puedo mentalmente cruzar cada una de ellas como si de un vulgar google maps se tratara.

Si algun dia me siento especialmente melancólica de algun sitio en especial, pongo mi mente en off y cierro mis ojos, para abrir todos mis otros sentidos, guardados todos en el corazón de mi mente. Alli me encuentro, como muchas madrugadas, callejeando por las calles de mi ciudad mental. Recuerdo la luz, ese sol timido que depende de que estación del año se encuentre, brilla con más fuerza o solo es un destello. Esos olores de brisa fresca, mezclada con olores de café molido, cerveza, alcohol, agua estancada, árboles verdes, hierba.......sigo caminando por las calles con alguna que otra persona camiando cerca mia, o simplemente sentados en un banco.

Estas calles se tornan mágicas por la noche en el centro de la ciudad con muchisimas luces y gente hablando distintos idiomas. Todos muy apresurados y dependiendo del dia de la semana, con caras cansadas o con caras felices. La magia de la noche hace que todo se desdibuje de irrealidad. La gente te para y te pregunta cosas y tu sigues caminando, negando con la cabeza. Se paran en tiendas de 24hrs para comprarse algo para comer al recordar que, hace muchas horas yá que comieron por última vez (y quizá por eso la cerveza no les haya sentado muy bien).

De vuelta  a casa, por calles llenas de luces, caminado por entre los parques de hierba y mirando esa luna tan grande encima mia, tengo esa tranquilidad de mirar a las ventanas apagadas e imaginarme a la gente durmiendo. Entonces recuerdo como cuando yo era pequeña, mientras estaba durmiendo en mi cama, escuchaba unos zapatos de tacón pasando por la acera y hacia que me despertará para imaginarme toda clase de historias acerca de la misteriosa mujer. ¿De donde vendria? ¿Hacia donde se estaria dirigiendo a estas horas de la mañana?. Ahora era yo la mujer misteriosa y todas las ventanas apagadas eran niñas como yo que se preguntaban quien era.....Yo sigo siendo aquella niña que sigue teniendo muchas historias en la cabeza y solo sabe que contarlas para que los demás las tengas tambien .

sábado, 16 de junio de 2012

Crisálida

Mientras prepara la bolsa con todo lo que necesita para esta noche, va haciendo mentalmente el recuento.....el maquillaje, el chaleco y los pantalones de vinilo, los zapatos de tacón....."si, parece que lo llevo todo". Aunque de noche es una persona totalmente distinta, por el día le gusta pasar desapercibido. Parece como una mariposa, donde la crisálida se transforma justo a las 12 de la noche. Es una cenicienta del siglo XXI.

Se sube en el autobús y se pone las gafas de sol. Aunque va vestido como cualquier chico normal, su belleza extrarordinaria le hace destacar. Intenta escapar a la mirada furtiva que le presentan tanto las chicas como los chicos, allá donde va. No le interesa mirar a nadie. No le interesa ser gustado cuando sabe que toda esa gente no le entendería si supieran lo que realmente le gusta a él. A veces les reta y les devuelve la mirada. Les pregunta mentalmente "¿Seguro que quieres conocerme?". La gente le aparta la mirada enseguida sin poder soportar la intensidad, como si supieran que la respuesta seguramente va a ser un si, pero no. Poca gente esta preparada.

Llega al club y para él empieza su jornada laboral. Hay mucha gente que odia su trabajo. A otros más o menos les gusta. A él le hace falta como el respirar. Solo cuando trabaja es él. Siempre tiene su mismo ritual. Nada más llegar, saluda con la mirada a todos. Ellos saben que no habla mucho y lo respetan así. Se mete en los vestuarios y deja la bolsa. Luego se va a la barra y pide un redbull con mucho hielo. No bebe alcohol. Le gusta controlar todo lo que hace en todo momento. Vivirlo al cien.

Mientras escucha la música, se relaja viendo el mismo ritual diario. Como los camareros llenan las cámaras de bebidas, recogen la sala, preparan las cajas....ese ruido de trabajo, mezclado con la música hace que su mente se eleve y  empieze a entrar en ese estado de animo de antes de empezar a prepararse. Se siente seguro. Se siente en casa. Con el vaso en la mano se mete de nuevo en los vestuarios y allí empieza la transformación.

Las luces se apagan y él sube las escaleras del escenario con mucho cuidado para no caerse. Una vez levanta la mano, la señal esta dada y las luces se encienden. A partir de ahora solo queda disfrutar. Dejar que los demás le miren y esta vez si que les devuelve la mirada. Esta vez si que todas las miradas de deseo son devueltas con la misma pasión. Por que ahora si que le miran como es él de verdad. Ahora si que le ven y responden a esa pregunta...."Si. Deseo conocerte. Dame una oportunidad"..........

sábado, 2 de junio de 2012

Control

Mirando sin mirar. Queriendo parar la mirada constantemente, pero el corazón no le dejaba. Su mente inquieta barajaba la idea de llamarle o no. Sabia que no estaba correcto, pero también sabia que no podía hacer lo contrario. Aturdida sacó un cigarrillo y salió al balcón. ¿Que estoy haciendo? Su cabeza se dividía entre seguir corriendo y estamparse o parar. Ya había parado muchas veces. Tantas veces que siempre que había vuelto a correr lo hacia más fuerte. Era una especie de imán que le estaba llevando a un callejón sin salida pero que como un adicto sabia que por aquellos minutos de gloria merecía la pena morir después. Tan nerviosa, tan agitada. El corazón le latía muy fuerte y aunque lo quería coger en sus manos, se le escapaba como un pez fuera de la pecera. Si....no...si,si,si,si.....nooooooo

La luz de sus ojos es tan intensa que sale fuego. Sus pupilas y su iris se desdibujan y se convierten en uno. Sus mejillas, de rojas, exhalan calor. Su cuerpo emana un sudor frio y sus entrañas giran y giran sin parar. Parece que va a desvanecer, pero al mismo tiempo sus piernas se hacen fuertes como rocas. Tanto que se paralizan por el peso y no se pueden mover. Un susurro en el oido y una mano ligera en su cintura. Se para el tiempo y la respiración se hace más lenta. Sus ojos se cierran y su mente se queda en cero.

Ella se viste y disimuladamente se pone algo muy favorecedor. Nunca sabe que ponerse. Nunca, menos cuando sale a verle. Entonces sabe perfectamente que ponerse. Se viste finalmente de ella. Por fin se quita las máscaras. Es entonces cuando realmente se siente cómoda. Sin ninguna etiqueta. Se siente libre. Por fin su corazón le dice como ser y ella se deja llevar totalmente. Sabe que durante unas horas, la felicidad va a ser absoluta. Sabe que esas horas van a ser luego dibujadas en su mente una y otra vez, apartandolas de la realidad y haciéndolas suyas. Ella le pondrá otros colores y le añadirá una banda sonora. Ese recuerdo se quedara para siempre en su alma.

Ella apartando la mano le susurra "ten cuidado. Nos pueden ver". Se miran a los ojos y el deseo es tan fuerte que se puede comer. De hecho se lo comen a besos. Tan fuertes que no se dan cuenta que estan haciendo un espectáculo en la calle. Esa pasión tan primitiva y tan animal que derrumba cualquier mente inteligente y cualquier argumento predecible. Solo uno. No hay nadie más. Solo una mente. Loca y una, pretendiendo fundirse todavía más. Un perder la noción del tiempo y del espacio. Un ser solo alma y unas ganas locas de juntarse tanto que quieren traspasar los cuerpos.

Mientras va caminando hacia el lugar acordado sus ojos brillan de espectación. Una vez más. Solo una vez más. Una para recordar y se acabó.