sábado, 26 de mayo de 2012

Fragilidad

 Mientras cierra la puerta suavemente para no despertar a los que están en casa, se prepara para ir al trabajo. Como cada mañana, mientras espera al ascensor se saca el pintalabios y así aprovecha mientras va bajando para pintarse los labios en el espejo del ascensor.

- Entonces, ¿hoy ha sido tu último día?
- Si. Ha entrado el jefe y me ha dicho que no puede ser. Que no hay trabajo y que me tiene que tirar a la calle. 
- Pero, ¿Y ahora qué? ¿Como vamos a hacer frente a los pagos de este més? Madre mía. Tal y como está la situación hoy en día.

Cuando recuerda la conversación de ayer, una lágrima se asoma en sus ojos. Aunque el sol vuelve a brillar como ha brillado en otras mañanas, hoy sabe agrio. Sabe a derrota. Va mirando los ojos de los demás pensando que a lo mejor ellos están igual. La gente mira al suelo o con una mirada distante. Algunos hombres paseando al perro por no poder dormir, le miran celosos como si ellos admiraran esa rutina de trabajo que han perdido hace algunos meses ya....demasiados.

- Pues ya sabes que en mi trabajo, las cosas tampoco están bien. Ya sabes que esta la cosa así, así.
- Pero no pienses lo peor. Seguro que tu estarás bien. Y yo encontraré trabajo enseguida. Ya lo veras.
- No se....de momento ya me han bajado el sueldo 200 euros. Y las cosas no mejoran. Tengo miedo a que me bajen el sueldo otra vez, o que me dejen de pagar. A Rosa le llevan sin pagar 3 meses ya. Y nosotros no podemos hacer frente con los pagos Javier. No podemos con un solo sueldo.
- Tranquila. De momento mañana me voy al paro a ver que me sale y ya veras como saldremos adelante.

Todavía se acuerda del viaje de hace dos años a Disneyland Paris con los niños. Suena tan lejano. Fueron sus últimas vacaciones y seguro que las de dentro de mucho. Por lo menos los chavales vieron cosas y supieron lo que fué el mundo antes y disfrutaron ese entonces. Hoy, hay que ajustarse el cinturón. Hoy, mañana, pasado.....¿Hasta cuando?

- ¿Y que va a pasar si no encuentras nada? Mira que tenemos que pagar una hipoteca.....
- Ya verás como todo se solucionará. Si esto es algo temporal. 

Mientras se abrazan, los dos tienen la mirada distante. Preocupada. ¿Donde se han ido los años en que todo era posible? ¿Por que se ha convertido todo en una mala broma, en una broma macabra de la cual todos queremos despertar? Todo esto nos deja el cuerpo descolocado, nos llena de incertidumbres, nos recuerda que nada es seguro y que hay que trabajar cada día por lo que queremos. Nos demuestra la cara más frágil de la vida y lo frágiles que somos. Pero también lo fuertes que somos y como salimos de los problemas con más entereza que antes y con la lección aprendida.



sábado, 12 de mayo de 2012

La primavera

La primavera ya está aquí y con ella las ganas de disfrutar. Disfrutar esos días largos, ese olor a juventud, ese sol revitalizador. Ver como aparecen por arte de magia las terrazas. Todo el mundo quiere estar en la calle, reír, mirar y sentir. Todo se hace más jovial, más trivial. Queremos hablar y conectar, caminar sobre la hierba con los pies descalzos. Olemos a flores, a brisa afrutada y a una mezcla de perfumes baratos y aguas de colonias.

La música nos acompaña todo el rato en el ipod mientras caminamos por la ciudad, poniéndole banda sonora a nuestros pensamientos y vistiendo asi las calles. Las notas musicales se sitúan por delante nuestra como si fueran un camino, lleno de corcheas, redondas y semicorcheas. Estas nos sirven de acera y subidas en ellas paseamos más ligeros sin casi darnos cuenta de nada, pero al mismo tiempo realzando todo lo sensorial, haciéndonos sentir en la cima del mundo.

Esa primavera que nos hace volver a ser niños y a querer sentarnos en el suelo mientras lamemos un helado. Sonreímos a la gente al pasar y ellos nos devuelven la sonrisa al ver como nos brillan los ojos, al ver que la mirada reluce como el propio sol. La luz de la felicidad de saber que nuestra Madre Naturaleza nos esta rescatando del frió, de la lluvia, de lo gris y nos esta cogiendo por primera vez en sus brazos, después del duro invierno. Esos brazos que solo una madre puede tener y nosotros como niños mimados sonreímos iluminados por ella. Todos vibramos con este amor maternal lleno de luz y colores brillantes.

Todos sonreímos sin motivos, por que la felicidad es un estado natural en nosotros y a veces se nos olvida que no hay que hacer más que relajarse para que salga. El cuerpo se despierta y mira optimista a todo con nuevos ojos, como si fuera la primera vez que miras ese jardín lleno de arboles verdes y frondosos, mecidos por una brisa dulce y aromática. Niños corriendo, parejas cogidas de la mano, calles que juegan con la tonalidad del sol brillante y la sombra oscura, golondrinas que bailando de arriba a abajo cantan una canción nostálgica que te trae a otras primaveras de tu niñez. Ese pasear por parques llenos de flores de todos los colores y el ir sorteando a las abejas que están atareadas después del parón invernal.

Todo haciendo un collage de emociones mezcladas con los recuerdos de otras primaveras nos hace ver el mundo con otros ojos. Ojos llenos de optimismo, llenos de paz, llenos de sosiego. Respira y disfruta.